-No des a la enseñanza una forma que les obligue a aprender por la fuerza.
-¿Por qué?
-Porque no hay ninguna disciplina que deba aprender el hombre libre por medio de la esclavitud. El alma no conserva ningún conocimiento que haya entrado en ella por la fuerza.
-Cierto.
-No emplees, pues, la fuerza, mi buen amigo, para instruir a los niños; que se eduquen jugando, y así podrás también conocer mejor para qué está dotado cada uno de ellos.

(Platón)



viernes, 23 de marzo de 2012

Tertulia, 1 de Abril: ¿Son más felices los ignorantes?

A propuesta de alguno de los asistentes a la última tertulia, el próximo domingo 1 de Abril, a las seis de la tarde, en El Carro de Tespis, nos proponemos discutir si los ignorantes son más felices.
Os dejo los versos de un poeta persa del siglo XII, que fue muy pero que muy sabio, pero se desengañó:

¿Cuándo nací? ¿Cuándo moriré? Ningún hombre puede evocar
el día de su nacimiento ni desgnar el de su muerte.
Ven, mi grácil bienamada. Quiero pedir a la embriaguez
que me haga olvidar que nunca sabremos nada.

El hombre que marcha firmemente por el camino
es que no ha cogido el fruto de la Verdad.
Si ha podido robarlo del árbol de la Ciencia,
sabe que los días pasados y los del por venir no difieren en nada del decepcionante primer día de la creación.

El vasto mundo: un grano de polvo en el espacio.
Toda la ciencia de los hombres, palabras.
Los pueblos, las bestias y las flores de los siete climas, sombras.
El resultado de tu meditación perpetua: nada.

Penétrate bien de esto: un día tu alma caerá de tu cuerpo
y serás empujado detrás del velo que flota entre el universo y lo desconocido
En la espera ¡se feliz!
No sabe de dónde vienes. No sabe a dónde vas.

Nadie puede comprender lo misterioso. Nadie es capaz de ver
qué se esconde bajo las apariencias. Todas nuestras moradas
son provisionales, salvo la última. la tierra.
¡Bebe vino! ¡Basta de palabras inútiles! 

(Omar Kayyam)

3 comentarios:

  1. Hola, buenas noches...

    Estoy aquí, en Alicante, pensando en el tema de la tertulia y me parece algo muy curioso. Y, justamente, escribo hoy que he tomado conciencia (o consciencia -nunca sé muy bien cuál utilizar-).

    Esto es lo que me motiva a escribir: el acto de "tomar con(s)ciencia".

    La felicidad teóricamente es como la vida. Cada persona hace su camino en la vida y en la vida al final el camino es el mismo para todas. Con ello, intento relacionar la parte objetiva de la realidad con la parte subjetiva de la vivencia de dicha realidad. Pienso que la parte objetiva existe, ya que el hecho mismo de que las personas podamos hablar de algo, implica que ese algo se basa en universalidad.

    Pero soy con(S)ciente de que es más importante el valor que cada persona da a la felicidad, es decir, a la parte subjetiva: la vivencia (para mí no entendida como experiencia). Creo que es positivo que entendamos las cosas con carácter constructivo, tomando con(S)ciencia propia de aquello que nos inquieta y nos motiva. A mí me hace feliz.

    Siempre pensaré que las grandes preguntas tienen las más fáciles e inesperadas respuestas. A veces, me vuelvo loco buscando las llaves de mi casa. Miro en los cajones, en los armarios. Busco en el suelo, encima de la mesa, también en la cama. Y, curiosamente, en una vez, se me ocurrió abrir una de mis manos. Allí estaban las llaves.

    Un saludo! :)

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    1. Raül,
      muy buena reflexión, a mi parecer.
      Eso sí, aunque es muy importante la percepción que uno tenga de si está siendo feliz, no hay que conformarse con eso (las percepciones "engañan") sino que hay que reflexionar, no sea que objetivamente estemos siendo unos infelices.
      Hay quienes "perciben" como inevitable la situación (por ejemplo, política), y hasta creen que están en el mejor de los estados posibles... pero se engañan: podríamos hacerlo mejor, objetivamente.
      Un saludo

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  2. Hola, buenas tardes.

    Juan Antonio estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. No hay que conformarse con las percepciones que, por supuesto, pienso que engañan al 99%. Hay que pasar por el proceso de reflexión siempre, no hay prisa.

    Lo que veo es que nos formulamos grandes preguntas y tratamos de responder a nivel teórico, cuando considero que es más importante centrarnos en vivir esas respuestas en el día a día.

    Los actos por muy pequeños que sean si están en equilibrio con los pensamientos y los sentimientos hacen sentirse muy bien. Incluso más bien que otras cosas que nos proponemos hacer.

    No sé dónde leí o quién dijo que "la felicidad no consiste en hacer siempre lo que se quiere sino en querer siempre lo que se hace". Claro que eso me parece algo complicado...

    Un saludo!

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