-No des a la enseñanza una forma que les obligue a aprender por la fuerza.
-¿Por qué?
-Porque no hay ninguna disciplina que deba aprender el hombre libre por medio de la esclavitud. El alma no conserva ningún conocimiento que haya entrado en ella por la fuerza.
-Cierto.
-No emplees, pues, la fuerza, mi buen amigo, para instruir a los niños; que se eduquen jugando, y así podrás también conocer mejor para qué está dotado cada uno de ellos.

(Platón)



martes, 22 de febrero de 2011

Juicio a Dios (reedición)

Resumiento los argumentos a favor y en contra de la existencia de Dios, o sea, de un ser totalmente perfecto y creador del universo:

Defensor 1.- El mundo tiene tantas cosas buenas y bellas (vida, luz, amistad…) que no puede ser fruto del azar, sino de un ser inteligente y bondadoso.

Réplica- El mundo tiene tantos males y tanta fealdad (enfermedades, desastres, guerras, muerte…) que no puede ser obra de alguien a la vez inteligente y bueno.

Defensor 2.- Es imposible que algo salga de la nada, salvo que sea capaz de producirse a sí mismo (o sea, que sea totalmente perfecto). Así que el mundo tiene que tener una causa, un ser perfecto.

Réplica.- Eso de que todo tiene una causa es una necesidad nuestra, que nos gusta creer que todo tiene una ley y un porqué.

Defensor 3 (argumento ontológico).- El concepto de ser Perfecto no puede pensarse sin la existencia, porque existir es una perfección. Así que te contradices si dices que el Ser Perfecto no existe.

Réplica.- El concepto de ser Perfecto no es más que una invención nuestra, y, si lo piensas bien, es hasta contradictorio, absurdo, porque si un ser es totalmente poderoso debería poder crear una cosa que él mismo no pudiera destruir, así que no sería totalmente poderoso.

Defensor 4 (kantiano).- Aunque no podamos demostrar racionalmente que existe Dios, tenemos derecho a creer en él desde un punto de vista moral, porque la vida sería muy absurda si los que hacen el bien no tuviesen antes o después como recompensa la felicidad, y los malos no pagasen sus fechorías.

Réplica.- Precisamente porque debemos hacer lo correcto porque sí, sin esperar nada a cambio, no tiene sentido creer en un juez que nos premiará y nos castigará.

Defensor 5.- El mundo no tendría sentido si fuese fruto del azar o la necesidad, y no de la inteligencia.

Réplica.- Precisamente el mundo no tendría sentido si quien tuviera que dárselo fuera un ser fuera del mundo (trascendente). El valor del mundo lo tiene en sí mismo, se lo damos nosotros (cada uno).

¿Qué argumentos te parecen más convincentes?
¿Crees que los argumentos filosóficos sobre la existencia de Dios pueden hacer que el que creía deje de creer o que el que no creía pase a creer? ¿Por qué?

jueves, 17 de febrero de 2011

Ideas geniales sobre educación

Detrás de cada triunfo está la motivación que constituye su fundamento y que a su vez se ve fortalecida por la consecución del fin del proyecto. Ahí residen las principales diferencias, esenciales para el valor educativo de la escuela. El mismo esfuerzo puede surgir del temor y la coacción, del deseo ambicioso de autoridad y honores, o de un interés afectivo y un deseo de verdad y comprensión, y por tanto de esa curiosidad divina que todo niño sano posee, si bien tan a menudo se debilita prematuramente. La influencia educativa que ejerce sobre el alumno la ejecución de un trabajo puede ser muy distinta, según provenga del miedo al castigo, la pasión egoísta o el deseo de placer y satisfacción.



Para mí lo peor de la escuela es que utiliza como fundamento el temor, la fuerza y la autoridad. Este tratamiento destruye los sentimientos sólidos, la sinceridad y la confianza del alumno en sí mismo. Crea un ser sumiso. El poder del maestro debe basarse lo menos posible en medidas coactivas, de modo que la única fuente de respeto del alumno al profesor sean las cualidades humanas e intelectuales de éste.


La motivación más gratificante del trabajo, en la escuela, en la vida, es el placer que proporciona el trabajo mismo, el que ofrecen sus resultados y la certeza del valor que tienen estos logros para la comunidad. Para mí la tarea decisiva de la enseñanza es despertar y fortalecer estas fuerzas psicológicas en el joven. Esta base psicológica genera por sí sola un deseo gozoso de obtener la posesión más valiosa que pueda alcanzar un ser humano: conocimiento y destreza artística.


Hacer surgir estos poderes psicológicos productivos es, por supuesto, más difícil que utilizar la fuerza o despertar la ambición individual, si bien tiene un mérito más elevado. Todo consiste en estimular la inclinación de los niños por el juego y el deseo infantil de reconocimiento y guiar al niño hacia dominios que sean beneficiosos para la sociedad; la educación se funda así en el anhelo de una actividad fecunda y de reconocimiento.


Una escuela de este tipo exige que el maestro sea una especie de artista en su actividad.

No es suficiente enseñar a un hombre una especialidad. Aun cuando esto logre convertirlo en una especie de máquina útil no tendrá una personalidad desarrollada de manera armoniosa. Es indispensable que el estudiante adquiera una comprensión de los valores y una profunda afinidad con ellos. Tiene que alcanzar un vigoroso sentimiento de lo bello y de lo moralmente bueno, De lo contrario, la especialización de sus conocimientos lo asemejarán más a un perro adiestrado que a una persona de desarrollo culto y equilibrado.


La insistencia exagerada en el sistema competitivo y la especialización prematura fundada en la utilización inmediata matan el espíritu en que se asienta toda la vida cultural, incluido el conocimiento especializado. Es asimismo vital para una educación fecunda que se desarrolle en el joven una capacidad de pensamiento crítico independiente, proceso que corre graves riesgos si se sobrecarga al educando con distintas y variadas disciplinas. Este exceso lleva sin duda a la superficialidad. La enseñanza debe ser de tal índole que lo que se ofrece se reciba como un don valioso y no como un penoso deber.


(Albert Einstein, Mis creencias)

lunes, 14 de febrero de 2011

Próxima tertulia: "Rol"

Para la próxima tertulia, que, si os parece, tendrá lugar (o, mejor, tiempo) el domingo, 20 de Febrero, a las seis de la tarde, en el Carro de Tespis (éste si será el lugar), uno de los asistentes habituales (Asensio) ha propuesto que hablemos de los “roles”. Podríamos plantearlo así: está claro que, además de nuestra personalidad o nuestro genio innato, las circunstancias sociales en que nos vemos envueltos desde que nacemos, nos “obligan” o, por lo menos, nos empujan a desempeñar un “papel” u otro en el “teatro” de la vida. Uno puede plantearse (o, quizá, debería plantearse) por qué tiene que hacer este papel, en lugar de otro. ¿Lo has elegido conscientemente? ¿Puedes cambiar de papel, y, en lugar de hacer el papel de rey, hacer el de bufón, o en lugar del de chico modelo hacer el de “chico malo”, o al revés…? ¿Qué papel habría que escoger? ¿Con qué criterios? ¿Sería mejor no tener ningún papel, sino en cada ocasión (cada día, por ejemplo) uno?

Os esperamos el domingo para dialogar sobre esto (en nuestro diálogo no habría papeles asignados, ni siquiera yo iré de “moderador”)