-¿De qué puedo estar completamente seguro? -se dijo Descartes un día que estaba seguro de que no estaba seguro de nada.
-Los sentidos son bastante mentirosos (o yo bastante estúpido al tomar su información al pie de la letra), así que, descartémoslos de momento.

-Peor ¿y si estoy en un sueño, en una ficción? ¿No decía don Calderón de la Barca (un día que, al parecer, estaba bastante despierto) que "toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son"? -se dijo Descartes-. ¿Puedo asegurar que no tiene razón? -se preguntó-. "No" -se contestó el solo (porque, como estaba solo, hablaba a menudo consigo mismo y era lo suficientemente educado como para responderse)-. Así que descartemos también el mundo.
-¿Hay, entonces, alguien ahí? No, si el mundo no existe no queda nadie, ni yo... ¿¡Eh!? ¿¡Cómo!? -exclamó monsieur Descartes, dando un brinco mental-. ¡No!¡no! eso no.
Yo sí que tengo que estar, porque estoy pensando, así que...

Pero -pensó también (ya que llevaba un buen impulso pensante)-, si puedo pensar que pienso sin saber nada sobre mi cuerpo ni mi cerebro, entonces ¡SOY UNA SUSTANCIA PENSANTE! Y ADEMÁS ¡INDEPENDIENTE DEL CUERPO!
Al fin y al cabo ¿quién es este ser pesado que llevo a rastras como una sombra, y al que siempre me refiero en tercera persona, como si realmente no fuera... YO? ¿Quién es mi cerebro, al que ni tengo el gusto de conocer? Si lo viese en una foto o un escáner no lo (¿o "me"?) reconocería.
Así que Descartes se dijo, muy convencido, que
él (YO) era sobre todo una mente, aunque unida a un cuerpo de forma misteriosa y no necesaria. Muy contento con su nuevo descubrimiento, se fue con su cuerpo a dar un paseo.
¿Qué te parece? ¿Crees que la mente es independiente del cuerpo en algún sentido? ¿Te ves sobre todo como una mente, una cosa pensante, antes que como un cuerpo? ¿Qué relación hay entre TÚ y TU CEREBRO?