Juan Antonio.- ¡Hombre!, ¿de dónde vienes tan risueño? Y
¿qué es eso que llevas bajo el brazo?
Juan Antonio.- ¡Me alegro de que me hagas esa pregunta!
¡Vengo de recoger un premio!
J A.- ¿Un premio? ¿Qué premio? ¿Es que alguien se
ha dado cuenta, al fin, de lo veloz que eres comiendo patatas?
JA.- No, es que un grupo de jóvenes amigos de la filosofía
(y, por tanto, amigos míos… y tuyos incluso), una asociación de Málaga, que se
llama FICUM, y que está presidida por un simpático muchacho, Alejandro Rojas,
han considerado a este antro como un buen blog de divulgación de la
cavernisofía, le han otorgado su premio anual y a nosotros nos ha nombrado miembro honorífico. Aquí puedes verlo.
JA.- ¡Enhorabuena! Y… ¿no vas a decir eso de que los
verdaderos protagonistas son tus alumnos y alumnas, que tú solo te has limitado
a contagiarte de sus ganas de preguntar y a dar un poco de juego a ese aliento,
o alguna ñoñería parecida…?
JA.- ¡Claro, ahora mismo iba a decirlo! De hecho, quiero
compartir con ellos (que sé que me están escuchando) este gran honor, ellos que
año tras año vienen dejando aquí su huella luminosa para que no se apague la
llama en la caverna.
JA.- ¡Muy bonito! ¿Y cómo han justificado premiar a esta
caverna, habiendo tan excelentes ágoras por ahí?
JA.- Les parece una manera divertida de enseñar a filosofar
y les han gustado los dialoguillos que invento, esos en que hablan entre sí los
grandes filósofos… ¡así que también tengo que decir que el mérito es de ellos,
de Platón y Nietzsche…!
JA.- Harás bien, porque sabes que tú no habrías escrito nada sin
robárselo. ¿Pero sabes también que, si ellos pudieran personarse, quizás no
fueran tan condescendientes con tus… monólogos en estéreo?
JA.- Sí, es verdad; y eso me reconcome a veces: ¿quién soy
yo para usar sus enormes yoes?
(Una figura, como una sombra luminosa, sale del fondo)
Sombra luminosa 1, P de Atenas.- ¿¡Qué podría reprocharte
yo, que me atreví a escribir por Sócrates, Gorgias, Protágoras y Parménides…!?
JA.- ¿Qué podrías decirme, estimado maestro?
JA.- Creo que era una pregunta retórica…
Sombra luminosa 1, P de Atenas.- Bien, puedo decirte que
todos somos, en realidad, ficciones, y solo tenemos de realidad lo que
pensamos. Tú mismo, que estás aquí, en esta segunda
planta de esta caverna, hablando conmigo ahora… tú eres una mera ficción, una
imagen, como lo es este ahora (que cada uno verá en un momento diferente) y este lugar. Alguien te está escribiendo, y se encarna o manifiesta a través de ti,
mediante estos bits, alguien que nunca se presenta aquí en cuanto tal, ni
podría hacerlo, porque no cabe en una imagen: es la Idea. Sin embargo, a la
vez, eres tan real como lo que piensas, exactamente lo mismo que yo.
JA.- ¿Entonces, no me reprochas mucho haberte usado y abusado? ¿Te has sentido identificado con
lo que he escrito de ti?
Sombra luminosa 1, P de Atenas.- Bien, eso lo dejaremos para
otra ocasión…
JA.- Creo que no quiere echarte un jarro de agua fría precisamente
ahora…
JA.- Es probable. ¡Gracias, amable consciencia! Pero déjame
ser banal y disfruta conmigo de este honor que nos han hecho.
(Aparece otra sombra)
Sombra luminosa 2, don K de Köninsberg.- Quiero pensar que,
con lo que has escrito de mí, no eres capaz de dejarte engatusar, y que sabes
que las cosas deben hacerse por sí mismas. Aunque conozco demasiado la
naturaleza humana como para no saber que todos podemos tener un móvil psicológico
menos digno de respeto…
JA.- ¡Desde luego, admirado maestro!
JA.- ¡Sí, desde luego!, pero te refieres a la segunda parte
de lo que ha dicho, ¿verdad?
(Otra sombra)
Sombra luminosa 3, D de Edimburgo.- (dirigiéndose a la
Sombra 2) Con todos mis respetos por toda tu germanidad, querido Emmanuel, desde
mi escocesidad y mi natural descreimiento, creo que no la conoces
suficientemente (a la naturaleza humana, me refiero) con eso del “móvil
desinteresado”. Este muchacho no ha podido ni debido evitar moverse, como todos
los demás (incluido tú), por no otras “razones” (y fíjate en las comillas que
pronuncio aquí) que el deseo de sentirse lo más a gusto posible: está claro que
se lo pasa teta escribiéndonos y compartiéndolo con los demás. ¿Qué hay de malo
en ello? (dirigiéndose a JA) Por cierto, a mí sí me ha satisfecho lo que has
escrito de mí, y lo aprecio más sabiendo que te considera platónico. Eso sí, me
habría gustado que me dedicases algún diálogo, como a Zenón, Heráclito, o estos
de aquí.
JA.- (entre azorado y entusiasmado) ¡Eso está hecho, David!
La verdad es que tengo que renovar un poco el material, y a ti no te he hechojusticia… menos todavía que a los otros, quiero decir.
(Aparece una nueva sombra)
Sombra luminosa 4, N Dionisos.- ¿Justicia?, ¿reconocimientos?,
¿honor?, ¡qué es lo que oigo hace un rato en esta caverna! ¿Se ha vuelto todo
el mundo cuerdo? ¡Así no hay quien baile!
JA.- ¡Discúlpanos, maestro Dionisos!
JA.- Es que aquí el muchacho viene con un premio, y quiere
que estemos todos contentos…
Sombra luminosa 4, N Dionisos.- ¡Con qué poco se contentan
los pobres! Piensa que el verdadero premio está en el paraíso, o sea, cuando
estés muerto. ¿Por qué no, mientras tanto, te dedicas a disfrutar de ese premio
constante que es el Ahora?
JA.- ¡Tienes razón, maestro de la sinrazón, y ya lo intento!
Pero, a veces, todavía me sorprendo pensando en el pasado y el futuro… lo
siento.
Sombra luminosa 4, N Dionisos.- Por ser hoy un día luminoso te voy a perdonar que pidas
perdón, ¡pero que no vuelva a ocurrir!
(Entra una nueva sombra)
Sombra luminosa 5, Karl el Sin-lugar.- Os he escuchado, y
tengo que decirte, compañero, que espero que no te dejes corromper: sabes bien
que el premio no es tuyo, sino de todos: porque tú no has hecho nada sin todo
el soporte del resto de la sociedad, y porque, los que no han conseguido el
premio, no es porque se lo hayan merecido menos, sino porque no han podido, por
sus circunstancias tanto naturales y, sobre todo, sociales. Así que pon el
premio en manos de la comunidad.
JA.- ¡Desde luego, maestro! Esa era mi intención… quiero
decir, la intención de todos (perdón), Y te pido perdón también a ti por no haberte explotado en un diálogo.
(Varias sombras después)
JA.- Bueno, chicos, ahora que estáis todos, os quería pedir
que diésemos juntos las gracias a FICUM por animarnos
a seguir divirtiéndonos y pensando (lo que es decir dos veces lo mismo) aquí,
en cavernisofía. ¿Invitamos a todo el mundo a que se sienta en su casa y nos
diga su voz o su silencio cavernísofos?
(Se monta entre los asistentes un vivo debate acerca de si pensar es lo mismo que divertirse, y otras mil cosas más, todas ellas la misma en el fondo).